La electroterapia es una técnica terapéutica que utiliza corrientes eléctricas para tratar diversas afecciones del cuerpo humano. Se emplea principalmente en el ámbito de la fisioterapia y la rehabilitación para aliviar el dolor, estimular músculos, mejorar la circulación y promover la regeneración de tejidos.
La electroterapia se realiza mediante dispositivos que generan corrientes eléctricas específicas, las cuales se aplican al cuerpo a través de electrodos colocados sobre la piel. Según el objetivo terapéutico, se utilizan diferentes tipos de corriente:
- Corriente galvánica: para promover la cicatrización de tejidos.
- Corrientes interferenciales: para aliviar el dolor profundo y mejorar la circulación.
- TENS (Estimulación Eléctrica Transcutánea): para el manejo del dolor agudo o crónico.
- EMS (Estimulación Eléctrica Muscular): para fortalecer o reeducar músculos debilitados.
La duración y frecuencia de las sesiones varían dependiendo de la condición a tratar.
Resultados positivos
Los beneficios más destacados de la electroterapia incluyen:
- Reducción del dolor: Al bloquear señales dolorosas en los nervios.
- Mejora de la circulación sanguínea: Lo que acelera la recuperación de tejidos.
- Fortalecimiento muscular: Particularmente útil en casos de inmovilización prolongada o debilidad muscular.
- Disminución de la inflamación: Ayuda a reducir el edema en áreas lesionadas.
- Estimulación neuromuscular: Favorece la recuperación de funciones en pacientes con parálisis parcial o después de cirugías.


- Reducción del dolor en la zona afectada
- Circulación sanguínea mejorada
- Fortalecimiento muscular
- Disminución de la inflamación
¿Tienes dudas sobre la electroterapia? En esta sección encontrarás respuestas a las preguntas más frecuentes sobre esta técnica terapéutica.
No, la electroterapia no debería causar dolor. Las sensaciones que se experimentan suelen describirse como un hormigueo suave o una leve vibración. Si se siente incómodo o doloroso, informe inmediatamente al terapeuta para ajustar la intensidad.
La duración de una sesión varía según el objetivo del tratamiento, pero suele estar entre 20 y 40 minutos. El terapeuta decidirá la duración más adecuada según su condición.
Depende de la condición a tratar. Algunas personas notan alivio después de unas pocas sesiones, mientras que otras pueden requerir varias semanas de tratamiento regular. Su terapeuta establecerá un plan personalizado.
La electroterapia es segura para la mayoría de las personas cuando es administrada por profesionales. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar enrojecimiento leve o irritación en la piel donde se colocan los electrodos. Esto suele ser temporal y desaparece poco después del tratamiento.
No se recomienda para personas con:
- Marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados.
- Embarazo (en algunas áreas del cuerpo).
- Epilepsia.
- Problemas cardíacos graves.
- Piel lesionada o irritada en la zona de aplicación.
Su terapeuta evaluará si es seguro para usted.