La magnetoterapia es una técnica terapéutica no invasiva que utiliza campos magnéticos generados por imanes o dispositivos electromagnéticos para tratar diversas afecciones de salud. Su objetivo principal es estimular procesos de curación, aliviar el dolor y mejorar la regeneración de tejidos.

Principios de la magnetoterapia

  • Campos magnéticos: Se aplican de manera localizada o generalizada en el cuerpo. Estos campos pueden ser estáticos (imanes permanentes) o pulsados (dispositivos electromagnéticos).
  • Efectos en el organismo: Los campos magnéticos interactúan con las células, mejorando la circulación sanguínea, aumentando el suministro de oxígeno, reduciendo la inflamación y favoreciendo la regeneración celular.

La magnetoterapia se utiliza para tratar diversas condiciones, como:

  • Dolor crónico: Artritis, artrosis, fibromialgia.
  • Lesiones musculares y óseas: Fracturas, tendinitis, esguinces.
  • Inflamación y edemas: Reducción de hinchazón en tejidos blandos.
  • Enfermedades circulatorias: Mejora del flujo sanguíneo en problemas como varices o insuficiencia venosa.
  • Cuidado postoperatorio: Para acelerar la recuperación y reducir el dolor.

¿Tienes dudas sobre la Magnetoterapia? En esta sección encontrarás respuestas a las preguntas más frecuentes sobre esta técnica terapéutica.

La magnetoterapia es un tratamiento que utiliza campos magnéticos generados por imanes o dispositivos electromagnéticos para estimular procesos de curación en el cuerpo. Funciona al mejorar la circulación sanguínea, reducir la inflamación, aliviar el dolor y favorecer la regeneración de tejidos.

Sí, la magnetoterapia es generalmente segura cuando se utiliza bajo la supervisión de un profesional. Sin embargo, no es adecuada para personas con marcapasos, dispositivos electrónicos implantados, mujeres embarazadas o pacientes con tumores activos.

 

Se utiliza para tratar:

 

  • Dolor crónico (artrosis, artritis, fibromialgia).
  • Lesiones musculares y óseas (fracturas, tendinitis, esguinces).
  • Inflamaciones y edemas.
  • Problemas circulatorios (varices, insuficiencia venosa).
  • Cicatrización de heridas y recuperación postoperatoria.

Sí, no se recomienda en casos de:

 

  • Personas con marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados.
  • Mujeres embarazadas.
  • Pacientes con tumores malignos activos.
  • Personas con infecciones graves o heridas abiertas no tratadas.